Lo importante no es saber cuando podemos mirar a una persona a sus ojos, si no saber descubrir la magia que hay en ellos...

domingo, 9 de septiembre de 2012

Capítulo 1: Secuestro en la playa

 

 Era ya de noche cuando comencé a andar hacia el mar. Era mi lugar de tranquilidad y de desconexión, yo sentía que, aunque no tocase el agua, mi alma salía de mi cuerpo para vagar sobre las olas. Me tumbé en la arena y observé aquel cielo que desde que vivía en la costa observaba con tanto entusiasmo. El suave contacto con la piel en la fina arena de la playa hacía que me relajara. Me dejaba llevar por la cálida brisa del mar a un mundo de paz y tranquilidad, en el que solo podía estar yo. Entre la suave brisa, el choque de las olas, y aquel manto de estrellas que inundaba el cielo, sentía como me desconectaba del mundo para relajarme y disfrutar de todo. Alcé la mirada al cielo, para observar el manto de estrellas que tanto me impresionaba, pero algo me estremeció. Empecé a notar que todo se hacia más oscuro y lo que me hacía aún más estremecerme, ser observada. Me giré lentamente, sin entender lo que estaba pasando. Me encontré una sombra, que lentamente se acercaba hacia mi lugar. Sentí miedo y angustia.

Estaba paralizada, no sabía que hacer, sólo quedarme quieta esperando que se acercase para descubrir de quién se trataba.


-¿Qué... quién eres? -dije en un fino hilo de voz- No te acerques a mí...

 

 La sombra no contesto. Sentí el mayor miedo que nunca había pasado. Cerré los ojos pensando que eso eran solo imaginaciones mías, pero estaba equivocada. Mientras tenía los ojos cerrados y con la cabeza entre las piernas, de repente sentí un fuerte golpe en la cabeza. Intenté resistirme pero no pude. Me dejé caer sobre la arena y, en un segundo, el mundo se volvió completamente blanco...

No hay comentarios:

Publicar un comentario