Lo importante no es saber cuando podemos mirar a una persona a sus ojos, si no saber descubrir la magia que hay en ellos...

sábado, 27 de octubre de 2012

Capítulo 9: Empezando un nuevo día

Abrí los ojos lentamente. Parpadeé un poco mientras me desperezaba. Me levanté de mi cama y observé como Christine descansaba sobre la suya. Me acerqué a ella y la meneé un poco para que despertase. Vi como empezaba a estirarse y como parpadeaba para despejarse. Cuando logró despertarse del todo la dediqué una sonrisa amistosa que ella me devolvió mientras se sentaba sobre su cama.

 

-Buenos días dormilona -dije en un tono burlón-, ¿lista para la segunda clase de magia?

 

-Completamente -dijo ella mientras bostezaba.

 

Mientras ella se estiraba y vagueaba en su cama yo bajé abajo con Jake y con Indara. Bajando las escaleras Jake me vió y como siempre, sonrió. Se le veía muy contento, más de lo habitual.

 

-Hola Caroline -dijo dirigiéndose a mí-, espero que hayas dormido bien. Esta clase de magia es muy importante para vosotros cuatro, por cierto, ¿y Christine?

 

-Arriba, vagueando -dije soltando una leve risa-. Y, ¿por qué es tan importante esta clase?¿No es igual que las demás?

 

-Caroline -dijo Jake con una sonrisa muy amplia-, hoy aprenderéis vuestros primeros conjuros mágicos. Ese momento es algo que siempre quedará grabado en la mente de un mago dahelyano, como lo eres tú.

 

-Ya pero -dije rememorando la clase anterior-, ya hemos aprendido un hechizo. Indara nos lo explicó, usamos el Garggif y descubrimos nuestros poderes.

 

-Si crees que eso es un hechizo estás muy equivocada, aquello fue solo para descubrir cual es vuestra especialidad mágica. Si intentas luchar con lo único que llevas aprendido, te deseo buena suerte.

 

Medité las palabras que acababa de pronunciar Jake. ¿Luchar?¿Vamos a luchar? Durante un momento me quedé en blanco pero cuando volví al mundo miré a Jake dispuesta a preguntarle a qué venía esa palabra.

 

-¿Luchar? -protesté- Tú nunca mencionaste nada sobre luchar.

 

-La profecía habla sobre una guerra en la que cuatro adolescentes terrestre, cosa que vosotros sóis, consiguen ganar una batalla contra Darkblood usando su magia.

 

-Pero -no podía entender lo que me estaba diciendo-, yo no quiero luchar. Y dudo que los demás quieran.

 

-Es vuestro destino -Jake se puso serio de pronto-, tenéis que hacerlo. No podéis escapar de él.

 

Abrí la boca para contestar pero una voz sonó antes que la mía.

 

-¿Listas para la clase? -dijo Indara sonriente- ¿Dónde está Christine?

 

-Aún está arriba -dije mirando las escaleras.

 

Cuando Jake e Indara miraron la puerta de nuestra habitación, Christine salió de ella.

 

-Lo siento, me he quedado dormida -dijo bajando rápido las escaleras.

 

<<Después de que yo te despertase>> pensé. Me giré a Indara, que ya salía por la puerta.

 

-Vámonos Christine, tenemos que llegar a tiempo que hoy aprendemos nuestros primeros conjuros -le guiñe un ojo a Jake.

 

Salíamos de la casa cuando nos cruzamos con Jonathan y Dylan.

 

-Hola chicos -dijo Christine saludando con la mano-, ¿preparados para la clase?

 

-Claro -dijo Dylan-, es una clase como las demás.

 

-No lo es -dije mientras me acercaba a él-. Hoy aprendemos nuestros primeros hechizos, es algo muy especaial.

 

-Y tanto -dijo Christine-. Vamos al cerro, Indara nos espera allí.

 

Asentí con la cabeza y comencé a andar pero alguien me cogió del brazo. Era Jonathan. Él me hizo una señal para que me acercase a él y le obedecí.

 

-Tengo que decirte una cosa -dijo cuando yo me acerqué.

 

Durante un momento mi corazón se aceleró tanto que pretendía salir de mi pecho. Bajé la mirada, tímida.

 

-¿Sí? -dije subiendo la mirada para mirar a sus ojos.

 

Jonathan abrió la boca para hablar pero Christine nos interrumpió.

 

-¡Venid ya! -gritó Christine desde lejos.

 

Después de mirar a Christine me volví a girar a Jonathan que me dijo:

 

-Vamos al cerro -dijo apresurándose-, después de las clases te lo digo.

 

-Va-vale -dije sonriendo.

 

Juntos, nos fuimos al cerro, donde ya nos esperaba Indara. Antes de llegar, Jonathan y yo cruzamos una mirada rápida, pero llena de sentimientos.

sábado, 20 de octubre de 2012

Capítulo 8: La Profecía dahelyana

-Veréis, esto es gracias a que cada vez que estáis junto a lo que os llena, nada más en el mundo te importaba -explicó Indara-. Está claro que vosotras estáis aquí porque desde que nacisteis tenéis algo de magia en vuestro interior, una magia que se había perdido, pero que ha vuelto a vivir gracias a que habéis descubierto que poseéis un gran poder que poca gente disfruta.


Me quedé pensativa durante unos instantes, después, reaccioné.


-Lo que estás diciendo -dije después de que Indara acabase de hablando-, ¿es qué nosotros teníamos magia, pero está ha permanecido dormida durante estos años?


-Exacto -respondió Indara-. Necesitabais llegar aquí para despertar vuestro poder. Por eso Jake insistió tanto contigo Caroline, y yo contigo -se giró hacia Christine-. Si no os hubiéramos encontrado, la profecía no se habría cumplido y Moonlight no tendría posibilidades de salir victorioso de esta guerra.


-¿Qué profecía?¿Y qué guerra? -dijo Christine tras estar un buen rato en silencio.

Indara rió durante un momento, pero después se volvió seria, como se había estado durante esta conversación. Se levantó y cogió un libro bastante voluminoso, le quitó el polvo y comenzó a buscar entre las páginas. Christine y yo nos intercambiamos una mirada rápida y cuando nos volvimos hacia Indara nos puso el libro delante nuestra.


-Leed esta página -nos indicó Indara-. Aquí se encuentra la profecía.


Cogimos el libro entre las dos. El texto decía lo siguiente:


<<Los dos reinos gobernadores de Dahelya han caído en una guerra por conseguir el poder de todo el mundo. La magia oscura de Darkblood solo quiere poder para ser los superiores y así tener al reino de Moonlight a sus pies. Al revés, Moonlight prometía un mundo lleno de luz y de libertad, pero esto no era tan fácil. Un día como cualquiera, un mensajero desconocido, que no pertenecía a Dahelya se presentó en la plaza del reino, y allí pronunció las palabras que llenó a Moonlight de alegría y esperanza. El mensajero comunicó que dentro de un tiempo, cuatro jóvenes terrestres llegarán a Dahelya y con su magia, conseguirán llevar a Moonlight hacia la victoria>>


Indara cogió el libro y lo dejo en la estantería.


-Pensad en lo que habéis leído -dijo Indara levantándose y dejando la silla junto a su escritorio-. Ahora iros a dormir, es tarde.


Christine salió por la puerta de la habitación y yo la seguí. Al llegar a nuestra habitación se sentó en su cama y luego me miró, pensativa.


-¿Qué crees que querrá decir Indara? -dijo Christine.


-No lo sé, pero ahora descansemos, hemos tenido un día largo y mañana continúan las clases. Hasta mañana  -dije mientras me acomodaba en mi cama-, que pases buena noche.


-Igualmente -dijo ella sonriente.

Cuando me tapé con las sábanas, miré hacia la enorme ventana que tenía frente a mí, no podía pasar una noche sin que las estrellas me mostrasen su luz. Después de un gran rato observando la luz de las estrellas, me quedé introducida en un sueño muy profundo...

sábado, 13 de octubre de 2012

Capítulo 7: Descubriendo sobre sus vidas

Nos dirigimos a la plaza de Moonlight y nos sentamos en un banco. Yo me senté entre Christine y Jonathan y Dylan se sentó en la esquina del banco. Christine nos echó una mirada a todos y después comenzó a hablar:


-Bueno -dijo Christine tras un largo silencio-, ¿de dónde sois? Yo soy alemana, vengo de Dresde, una ciudad preciosa.


Mientras hablaba, su voz se teñía cada vez más de añoranza. Se notaba que el tiempo que había pasado en Moonlight había echado mucho de menos a su familia y a sus amigos de Dresde.


-Yo soy de Alemania también -dijo Dylan-, pero no soy de Dresde, soy de Hamburgo, ¿y vosotros?


Miré a Jonathan antes de contestar y abrí la boca para contestar a la pregunta que Dylan nos hizo, pero Jonathan se me adelantó.


-Yo soy de Francia, de Lyon. La verdad es que es una ciudad bastante bonita -dijo Jonathan mientras observaba el bosque que se extendía hacia el horizonte-. ¿Y tú Caroline, de dónde eres?


Me quedé callada durante un momento antes de contestar. Después miré a Jonathan y finalmente contesté.


-Mi familia es de Canadá, pero mi hermana y yo nacimos en España. Mi familia se ha movido mucho y tengo familiares de muchos países, así que tengo sangre de varios países.


Hubo un silencio tras haber terminado la conversación, hasta que Christine rompió el silencio.


-Y -dijo Chirstine-, ¿qué creéis que significan nuestros poderes


-Creo que tiene que ver con algo que siempre nos ha entusiasmado, que siempre nos ha gustado o que nos ha llenado -dijo Jonathan-. Pensad en vuestro poder e intentad relacionarlo con algo que siempre os ha gustado.


Pensé en mi poder. La luz. Indara mencionó las estrellas cuando me dijo mi poder, y las estrellas siempre me habían impresionado. Su luz, su belleza, su magia...


-Tienes razón -dije tras pensar en ello-, la luz es mi poder. Indara me dijo que la luz de las estrellas estaba en mí y las estrellas siempre me han llenado con su luz. Tal vez tenga algo, Jonathan, tal vez tengas razón.


-Mi poder era el fuego -recordó Christine-, y siempre me sentía bien cuando me encontraba en un lugar caliente y cuando era pequeña, cada vez que veía una hoguera con fuego jugaba con él.


-Mi poder era la naturaleza -dijo Dylan-. Yo siempre me iba al bosque a relajarme allí y siempre me sentía bien allí.


Sonreí para mí misma al ver que era verdad lo que había dicho Jonathan.


-¿Veis? -dijo Jonathan con una sonrisa-. Era algo que siempre nos había llenado.


-¿Avisamos a Indara? -dijo Christine de pronto-. Puede que no lo sepa y sea importante, ¿vamos?


-Sí -dije yo levantándome-, ¿vosotros venís?


-No -dijo Dylan-, tenemos que avisar a Klaynn, es él quien nos encontró. Id vosotras a avisar a Indara, ya nos veremos mañana en la siguiente clase.


-Vale, hasta mañana -les guiñé un ojo a los dos.


Christine y yo comenzamos a andar hacia la casa. Cuando pasamos al lado del cerro, Christine se giró hacia mí y me dijo:


-¿Crees que es importante?


-No lo sé -dije-. Pero Indara nos lo dirá, ella sabe mucho sobre magia, por eso es nuestra maestra.


Entramos dentro de la casa y encontramos a Jake entrando en una habitación.


-¡Jake! -le llamé yo- ¿Dónde está Indara? Es importante.


Jake se giró y sonrió.


-Está en su habitación -señaló una puerta al final de las escaleras-, allí.


-Gracias -dijimos a la vez.


Subimos a la habitación de Indara y allí se encontraba.


-Indara, necesitamos tu ayuda -dije al entrar.


-¿Qué pasa? -dijo girándose hacia nosotras.


-Hemos descubierto que nuestros poderes son gracias a lo relacionado con algo que siempre nos llenaba mientras estábamos en la Tierra -saltó Christine-. ¿Es eso cierto?


Indara sonrió, se levantó y se dirigió hacia nosotras.


-Tenéis razón -dijo Indara con una sonrisa propia de ella-. Sentaos.


Nos sentamos en unas sillas e Indara puso una delante nuestra y se sentó en ella.


-Veréis, esto es gracias a que...